Desde la construcción de espacios para eventos deportivos, los traslados y toda la basura
que se genera con cada evento, el impacto ambiental de los eventos deportivos es una
preocupación que se toma cada vez más en serio como una responsabilidad a asumir por
los organizadores de eventos masivos.
Calcular cuál es el impacto en el ambiente por la realización de eventos deportivos resulta
ambiguo, pues la precisión depende de cuántos aspectos se tomen en cuenta, y algunos
deportes en específico consumen más recursos que otros; no es lo mismo lo que impacta
una carrera de la Fórmula 1, que un partido de futbol o el Súper Bowl.
Lo primero que se puede señalar, es el espacio que se destina a los estadios o lugares
donde se practica, ya que implica la ampliación de la mancha urbana, la deforestación del
lugar destinado y todo lo que trae consigo la construcción.
En este punto el Comité de
Organización de los Juegos Olímpicos ha sido muy enfático en que se contemple el
cuidado y preservación del medio ambiente en la construcción de los espacios destinados
a la disputa deportiva.
Por ello, Río de Janeiro contempló construir espacios que pudieran tener una segunda vida ‘más ecológica’ y la programación de Tokio también tenía esta medida contemplada en la construcción de los estadios, que se realizaron con materiales reciclados y pensando en que sean energéticamente eficientes.
La eficiencia energética empleada en los estadios es otro punto a tener en cuenta. Aunque en México la regulación es voluntaria, el Estadio BBVA Bancomer de los Tigres de Monterrey tiene el distintivo de Empresa Socialmente Responsable (ESR) gracias a los programas ambientales que ha implementado, como el que incentiva a los aficionados a canjear, afuera del recinto, envases de PET por dinero electrónico para comprar productos oficiales.
Según datos del club, desde que se implementó el programa a la actualidad, se han recolectado 12 mil toneladas de PET.
El ‘Gigante de Acero’, como se le conoce popularmente, es el primer estadio en América
Latina que tiene la certificación LEED Plata por la eficiencia energética y en consumo de
agua, uso de energías alternativas, mejora en la calidad ambiental del interior de la obra,
el desarrollo sostenible de los espacios libres y la selección de materiales para su
construcción y operación.
De hecho, el compromiso ambiental de Los Tigres es tal que emplean pirotecnia con el
mínimo de pólvora y el confeti que se utiliza está hecho de papel de arroz, el cual se
degrada en el agua.
No obstante, se estima que la Liga Mx generó 2 mil 75 toneladas de CO2 por concepto de
viajes, y que según una consulta realizada entre operadores de inmuebles del futbol
mexicano, por partido, cada aficionado produce al menos 200 gramos de basura, lo que
implica mil 440 toneladas de desechos por temporada.
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