Uno de los deportes menos conocidos es el lanzamiento de dardos. Usualmente, se le asocia con ambientes patibularios. Es habitual la imagen de los borrachines en el billar o la cantina probando su destreza frente al blanco. Por eso, además de ignorado como deporte, también es una actividad que se asocia preponderantemente con entornos masculinos.
Estas razones hacen de la británica Fallon Sherrock una auténtica «rara avis» en el mundo deportivo. Originaria de Buckinghamshire, Sherrock comenzó a destacar en los dardos desde la adolescencia, cuando ganó varios concursos femeniles a nivel regional. Su pasión por este deporte fue tal que, años más tarde, renunció a una carrera como criminóloga para dedicarse totalmente al lanzamiento de dardos.
Su salto a la fama se produjo en 2014, cuando, con apoyo de la Organización Británica de Dardos (BDO, por sus siglas en inglés) llegó hasta el campeonato mundial femenil demostrando una habilidad única. Aunque no quedó campeona y fue eliminada en cuartos de final, esta participación sentó un antecedente sobre sus habilidades como lanzadora.
Un año después, Sherrock volvió al campeonato mundial e impuso un récord en la semifinal. No obstante, volvió a perder el campeonato a manos de Lisa Ashton.
Fue hasta 2019 cuando por fin accedió a la gloria en todo su esplendor. Dentro de un campeonato mixto de la Corporación Profesional de Dardos (PDC, por sus siglas en ingés), Fallon venció al también británico Ted Evetts, convirtiéndose en la primera mujer en derrotar a un hombre en un campeonato de esta magnitud. La suerte seguiría sonriéndole tras su enfrentamiento con el austríaco Mensur Suljovic, a quien venció por dos puntos antes de perder por fin contra Chris Dobey.
Sus triunfos frente a los hombres inspiraron a Sherrock a abandonar los campeonatos femeniles de la BDO y participar solamente en los mixtos de la PDC. Su caso, sin duda, pone en entredicho la idea de que, al menos en este deporte, hombres y mujeres deben competir en espacios separados.
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