Hay pocos deportes tan elegantes como el automovilismo. La forma en que los corredores se empeñan en conquistar la velocidad tiene mucho de realeza. Sin embargo, el trono en este deporte es muy competido entre los cientos de corredores que se disputan los principales circuitos alrededor del mundo.
En la Fórmula 1, quien parece ir en ascenso es el holandés Max Verstappen. Con solo 24 años, Verstappen se ha convertido en un referente para los corredores de todo el mundo. Siendo apenas un adolescente, se convirtió en el piloto más joven en liderar una vuelta de Fórmula 1. Con 18 recién cumplidos, ganó un Grand Prix y un año después rompió un récord de tiempo durante el Gran Premio de Brasil.
Se trata, en resumen, de un perfil que pareciera haber nacido para ganar y conquistar el asfalto. Afortunadamente, la pandemia por COVID-19 estuvo lejísimos de detener el ímpetu de este guepardo motorizado holandés. Durante el Gran Premio de Australia de 2021, con 23 años de edad, se convirtió en el piloto más joven en acceder al Grand Chelem.
El Grand Chelem es uno de los reconocimientos más icónicos a los que puede aspirar un piloto de carreras. Para ganarlo, el competidor debe cumplir varios requisitos que difícilmente pueden conseguirse en un solo fin de semana, que es el tiempo límite que tiene un piloto para acceder al Grand Chelem.
El primero de estos requisitos es conseguir el primer lugar en la parrilla de salida; además debe lograr la victoria, destacar por vuelta rápida y mantenerse en primera posición durante todas las vueltas de una carrera. Se trata, en resumen, de un logro difícil que el holandés conquistó en sus veintes tempranos.
Los logros de Verstappen no se terminan aquí. En el Gran Premio de Mónaco de 2021, fue el primer holandés en liderar el campeonato y todo parece indicar que permanecerá como uno de los pilotos más destacados del deporte, si no es que se convierte en el verdadero rey del automovilismo, un noble del asfalto.
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