La pregunta es tan vieja como la existencia del ajedrez mismo. Puede que normalmente asociemos el concepto de deporte a estándares totalmente físicos, como si la actividad física fuera sinónimo de deporte, sin embargo no lo es.
Para empezar a despejar la duda empecemos por lo básico: ¿qué es un deporte? La RAE define deporte como una “actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas”.
En este sentido, el ajedrez es, de entrada, un juego altamente competitivo, ya que te enfrentas a un adversario en la simulación de una batalla. Mientras que su práctica requiere entrenamiento y está sujeta a normas.
Ahora, la duda radica en lo que respecta a la actividad física que jugarlo implica, y aquí es donde todos podrán tener su opinión, sin embargo el ajedrez implica esfuerzo mental significativo; algunos entusiastas aseguran que justo ahí radica la actividad física que este conlleva y, con ese y otros argumentos, desde 1886, año en el que se celebró el primer campeonato mundial de ajedrez, es considerado oficialmente un deporte.
Es posible que esto le parezca a muchos algo fuera de lugar, como si faltara algo para realmente aceptarlo o validarlo como deporte. No obstante, el ajedrez está en la lista de deportes que aspiran a ser olímpicos y, aunque haya sido descartado por el comité organizador de los juegos de Tokio 2020, eso no lo elimina de la lista de aspirantes.
El camino del juego para llegar a postularse para las olimpiadas ha sido largo; originalmente conocido como chaturanga, el ajedrez tiene su origen en el valle del Indo, y data del siglo VI d.C. Desde entonces ha experimentado una evolución que lo hizo llegar a prácticamente todo el mundo.
Fue en 1924, después de la Primera Guerra Mundial, que se fundó la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, por sus siglas en francés) como organismo internacional oficial, aspecto fundamental para su reconocimiento como deporte, ya que uno de los puntos a tomar en cuenta es la existencia de un comité organizador y regulador de las competencias.
En México existe la Federación Nacional de Ajedrez de México, fundada en 1956 y el país fue sede del campeonato internacional en 2007.
Otro aspecto digno de reconocimiento deportivo es el arduo entrenamiento que los ajedrecistas profesionales realizan, de alrededor de ocho horas diarias dedicas completamente a la disciplina.
Muchos maestros ajedrecistas remarca que, para obtener la victoria, deben cultivar estrategia, intelecto y físico, aspectos que contemplan sus rutinas de preparación.
Un punto extra que merecen los ajedrecistas como deportistas, es su estricto código de ética, un punto que algunos deportistas de otras disciplinas suelen olvidar. Sus normas son estrictas incluso en lo relacionado al dopaje, e incluyen apartados específicos como para el respeto al contrincante y el respeto al deporte mismo.
Se podría decir que el ajedrez es el deporte más intelectual del que se tenga registro hasta el momento.
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