El que corre es un año de vital importancia para la NFL, no solo porque se celebra el Super Bowl LIV, a disputarse entre los Cuarenta y Nueves de San Francisco y los Kansas City Chiefs, sino porque además es el año en que la liga cumplirá su centenario.
Suena difícil de creer, pero en agosto de este año, es decir, casi al inicio de la próxima temporada, estarán celebrándose 100 años del primer partido jugado dentro de la misma, aunque en ese entonces, su nombre era American Professional Football Association y sus siglas eran APFA.
Dos años después, para la temporada de 1922, la liga cambió su nombre al actual y desde entonces ha permanecido así. No obstante, los cambios han sido una constante desde ese tiempo.
Los primeros cuatro equipos en integrar esta liga, distaban mucho de representar a la totalidad de los estadounidenses, pues todos tenían sus sedes en un estado que hoy se caracteriza más bien por sus equipos honestamente mediocres. Hablamos de Ohio, actual sede de los Cincinnati Bengals y los Cleveland Browns.
De estos primeros equipos, hoy el único que sobrevive es el antecesor de los Browns, los Cleveland Indians. Se trataba, en su mayoría, de organizaciones deportivas integradas por estudiantes y egresados de distintos campus en la Universidad de Ohio.
Poco después de que arrancara la liga, otros equipos de la región de los Grandes Lagos mostraron interés en sumarse. Fue así que vieron la luz profesional agrupaciones, hoy extintas, como los Cardenales de Chicago, los Heraldos de Detroit, y los Tigres, también de Chicago.
Aunque en esencia el juego era igual, había cosas muy distintas entre los partidos de aquel entonces y los de la actualidad. Los jugadores, por ejemplo, jugaban con menos protección y los equipos eran muy distintos de los actuales, además de que las políticas racistas hacían imposible la participación de personas afroamericanas (o de cualquier otra etnia no blanca) en los equipos de americano.
Fue hasta la década de los sesenta que el deporte tomó una forma como la que reconocemos hoy, en la que se constituyeron la Conferencia Nacional y la Conferencia Americana y en la que comenzó a celebrarse el Super Bowl, que este domingo cumple 54 años.
Hoy, el deporte ha alcanzado popularidad incluso fuera de Estados Unidos. Ya no es un deporte provinciano disputado entre cuatro universidades de Ohio, sino una vigorosa actividad con seguidores incluso en la Unión Europea, o en México, donde se celebra un partido de la NFL cada año.
El racismo también es cosa del pasado, pues mariscales de campo como Cam Newton, o el running back Ezequiel Elliot son muestras de la hegemonía que han impuesto los afroamericanos dentro del deporte; por no mencionar a los latinos, que también tienen cada vez más participación en la NFL.
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