Uno de los mayores eventos del tenis es el Australian Open. Organizado en el país «más venenoso» del mundo, este certamen reúne a algunos de los mayores talentos en el deporte de raqueta por excelencia. Figuras de la talla de Serena Williams o Roger Federer han mostrado aquí sus habilidades ante públicos absolutamente extasiados.
Repasemos algunos de los momentos más significativos en esta justa.
Era 1988 y un joven llamado Pat Cash, con 23 años recién cumplidos, accedía por segundo año consecutivo a esta competencia. Su sueño era aniquilar a su rival y coronarse como campeón en esa competencia, como lo había hecho un año antes en Wimbledon, lo que le grajeó simpatía internacional y posicionó sobre él todos los reflectores.
Por desgracia para Cash, en su camino se interpuso el sueco Mats Wilander, quien lo aniquiló tras un partido de cuatro horas y media y obtuvo el título de campeón.
En 1993, la gloria tuvo preferencias femeninas y el partido icónico fue el celebrado entre Monica Seles y la alemana Steffi Graf. Seles había sido campeona con anterioridad, por lo que defendía el título ante una Graf muy decidida a vencerla. Afortunadamente, Seles jugó con determinación y ganó todos los sets de una manera aplastante, lo que le permitió conservar el campeonato.
Dos años después, en 1995, el momento más icónico de la competencia fue algo totalmente ajeno al deporte: varias lluvias torrenciales provocaron severas inundaciones en el campo, lo que obligó a suspender varios partidos y a modificar fechas.
Ya en el siglo XXI, durante el Open de 2003, tuvo lugar uno de los momentos más conmovedores en la historia del campeonato deportivo. Serena Williams, reconocida hasta el día de hoy como una de las indiscutibles mejores tenistas de todos los tiempos, venció a su hermana mayor, Venus, y se coronó como la campeona del torneo, convirtiéndose además en ese momento en una de las cinco mejores tenistas de la historia.
El partido no fue fácil, pues las dos hermanas Williams tenían una habilidad muy superior a la de la mayoría de sus rivales, lo que lograban conjuntando un severo régimen de entrenamiento con talentos atléticos naturales y difíciles de igualar.
Esa no fue la única vez que Serena Williams destacó en esta competencia. Durante la edición de 2007, sorprendió a muchísima gente al obtener de nuevo el campeonato, esta vez de María Sharápova, considerada una de sus rivales más importantes. Como en el caso de Venus el partido estuvo reñido, aunque al final los marcadores favorecieron a la estadounidense.
Como puede verse, el Open de Australia ha estado lleno de momentos memorables, una prueba de que el tenis es uno de los deportes más emocionantes que existen.
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