En el desierto de Arabia Saudita, entre dunas infinitas que forman sombra como olas de mar, el popular rally Dakar siempre conmociona. En su última carrera de resistencia contó con más de 300 máquinas participantes, divididas entre las distintas categorías de la competencia. En medio del desierto, el ambiente es similar al de la película Mad Max Fury Road, haciendo uso de 39,919 litros de combustible.
El rally raid con más exigencia en su campo fue un espectáculo pero los acontecimientos extraordinarios nos hacen cuestionar cómo será la próxima edición. Es la tercera vez que se realiza en Arabia Saudita. Etapa tras etapa crece la fuerza inherente a la competición, donde el instinto de aventura pauta el camino, la actitud y la tecnología mecánica involucrada.
Este año, la cuadragésima cuarta edición del Rally Dakar ha sido una experiencia distinta, ya que ha estado amparada por la FIA por primera vez. La Federación Internacional del Automóvil resultó un dolor de cabeza para muchos de los competidores y sus equipos, puesto que pocos días antes del rally decidieron publicar un reglamento que afectaba los planes de muchos pilotos.
En perjuicio para todos los involucrados, la FIA volvió a imponer cambios en el reglamento cuando la competencia ya había iniciado. Esto modificó las posiciones de los participantes, sin tomar en cuenta el tiempo que tenían logrado. El movimiento parece absurdo e injusto, pero también inexplicable en el mundo de las carreras automovilísticas.
Tomando en cuenta el trabajo mecánico y estratégico que se necesita realizar previamente a la carrera, este tipo de cambios no son sólo inoportunos, sino irrespetuosos. Demuestran una falta de logística por parte de la FIA o un claro desinterés a sus participantes.
Entonces, ¿qué podemos esperar de la siguiente edición? En primer lugar, nos preocupa que las reformas en los reglamentos no alcancen a considerar el margen de maniobra de los autos híbridos. Los cambios automotrices, sobre todo en Audi, preocupan a pilotos y mecánicos que ya están preparando su próxima máquina. En cuestiones de logística, lo que nos llama la atención de la edición anterior fue la cantidad de pilotos que se perdieron en el camino, pues había una confusión de la ruta. ¿Qué fue lo que falló?
Por último, nos preocupan las numerosas bajas en la carrera 2022 y cómo los analistas, a pesar de destacar las problemáticas, han sido ignorados por los organizadores. No nos queda más que seguir el paso de nuestros pilotos favoritos y sus equipos mecánicos, en constante preparación para la carrera del próximo año.
Deja una respuesta