Por tener la liga profesional más antigua, el baseball es el deporte con más tradición en Estados Unidos. La historia de cómo llegó a serlo se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, cuando el juego, que tenía a la mayoría de sus adeptos en la zona de Nueva York y alrededores, comenzó a ganar popularidad a lo largo y ancho del territorio nacional gracias a los soldados que, durante la Guerra Civil, lo practicaban a modo de entretenimiento entre batallas. El éxito del deporte fue tal, que para 1867 había más de 400 equipos amateurs registrados ante The National Association of Base Ball Players.
Profesionalmente, el deporte se consolidaría con la creación, en 1869, de las Ligas Mayores de Baseball (MLB, por sus siglas en inglés), compuesta por equipos pertenecientes a la Liga Nacional y a la Liga Americana; los enfrentamientos entre equipos de estas dos ramas darían lugar a lo que eventualmente conoceríamos como la Serie Mundial, cuya primera edición data del año 1903.
La aparición de equipos emblemáticos como los Yankees de Nueva York, que jugaron por primera vez la Serie Mundial en 1921 y para finales de la década de 1930 habían ganado ocho de las once participaciones que tuvieron en el campeonato, propició que, durante este período de tiempo, ocurriera el gran boom del baseball que aficionó a un país completo.
Este interés generalizado estuvo afianzado por la existencia de figuras como Babe Ruth, cuya habilidad para anotar cuadrangulares lo convirtió en uno de las primeros ídolos para los fanáticos del ‘Rey de los Deportes’.
Curiosamente, la historia de este deporte ha estado estrechamente relacionada a la propia historia del país; después de una década dorada para los clubes y la afición, el baseball tuvo una vertiginosa caída en sus niveles popularidad durante la Gran Depresión debido, principalmente, a los impuestos que se aplicaron a las entradas de los juegos.
La Segunda Guerra Mundial también cobró cuota a la MLB, pues alrededor de 500 jugadores dejaron sus equipos para servir en el ejército. En cuanto a los Derechos Civiles, las Ligas Mayores se anticiparon a la lucha por la inclusión racial cuando la estrella Jackie Robinson se convirtió, en 1947, en el primer afroamericano en jugar en un equipo de la MLB, al incorporarse a los Dodgers de Brooklyn.
Aunque el futbol americano ha ganado terreno entre los aficionados y se ha posicionado como el deporte más popular en Estados Unidos, el baseball es y será un emblema del país.
Comparte:
Deja una respuesta