Desde que los Tigres de la UANL ficharan a André-Pierre Gignac, allá por junio del 2015, el francés se ha consolidado como el delantero más dominante de la Liga MX, habiendo ganado dos campeonatos de goleo, un Balón de Oro y la inclusión en el Once Ideal de la liga en cinco ocasiones, además de otros muchos reconocimientos.
Prueba de su irrefutable calidad, Gingac presume de ser el máximo goleador en la historia del club felino, con 149 anotaciones, y el máximo goleador del Clásico Regio, con nueve dianas.
Antes de él, no fueron pocos los atacantes extranjeros que marcaron época con sus respectivos clubes. Héctor Mancilla, Salvador Cabañas, Christian Benítez, Emanuel Villa, Humberto Suazo y Mauro Boselli son algunos de los nombres que destacan. Sin embargo, ninguno de ellos se compara con el que quizá sea el ariete foráneo más prolífico y dominante de los últimos 30 años: José Saturnino Cardozo.
Para la temporada 1994-1995, los Diablos Rojos del Toluca anunciaron el fichaje del jugador guaraní, procedente del Olimpia de Paraguay. Con solo tres goles en apenas 14 partidos jugados, las primeras dos temporadas de José Saturnino fueron un verdadero fracaso. Aun así, dejó entrever destellos de su potencial, lo suficiente como para que la directiva toluqueña apelara a la paciencia. Esta decisión, al final, resultaría ser una de las mejores y más fructíferas que el club ha tomado en sus 104 años de existencia.
En su tercera temporada, Cardozo marcó 10 goles, y para la cuarta, su cuota goleadora se elevaría hasta las 25 anotaciones en el año. A partir de ahí, la meteórica carrera del llamado “Diablo Mayor” lo consolidó como uno de los delanteros más letales de la liga de fútbol profesional en México.
Todavía hoy, a 15 años de su retiro de las canchas, José Saturnino ostenta varios récords que parecen muy difíciles, si es que no imposibles, de ser superados.
El primero de ellos es el de los 29 goles que marcó en una sola temporada (Apertura 2002), la máxima cantidad que un jugador ha marcado en un campeonato corto dentro del futbol mexicano. Si se cuentan los goles que hizo en la liguilla de ese mismo torneo, Cardozo sumó la impresionante cifra de 36 dianas.
Otra que parece imbatible es su marca de 43 goles anotados en liguillas, con la que sigue siendo el máximo anotador en la fase final dentro del futbol mexicano, por encima de Jared Borgetti y sus 41 goles. El jugador en activo que más se acerca a esa cifra es, precisamente, Gignac, quien tiene la nada despreciable cifra de 23 dianas en liguillas, pero todavía muy lejos de lo hecho por el paraguayo.
Por si fuera poco, Cardozo es también el máximo romperredes en finales, luego de anotar nueve tantos que ayudaron al Toluca a ganar cuatro torneos cortos.
Durante la década que jugó para el club mexiquense, José Saturnino Cardozo anotó un total de 249 goles en 332 partidos, marca que lo endiosa en el Olimpo choricero —ese que comparte con Hernán Cristante, Antonio Naelson “Sinha”, Salvador Carmona, Juan Dosal y Vicente Pereda, otros grandes diablos— como el máximo goleador de la institución, y el cuarto máximo goleador en la historia de la Liga MX.
FutMX dice
Este blog está muy completo y entretenido. Agradecemos el tiempo y dedicación. Muy divertido.
Andrea de Big Bola dice
¡Hola FutMX!
Gracias por leernos y formar parte de nuestra comunidad Online.
Esperamos continúes disfrutando de nuestro contenido.
¡Nos vemos online!