Para las Chivas, la década que recién dejamos fue todo, excepto fácil. En reiteradas ocasiones, el llamado ‘rebaño sagrado’ se vio al borde del matadero, por llamar de una forma a la liga de ascenso, ese infierno oscuro en el que desaparecen equipos y del que solo se sale con lágrimas y sudor.
Aún así, el cuadro tapatío logró salir adelante y hoy, con sus fichajes, pareciera asomarse a una nueva época de éxitos, lejos de la terrible amenaza que lo asedió durante casi diez años.
Si hay algo que caracteriza a los fichajes de Chivas, es que por lo general recaen sobre nacionales. No podía esperarse menos del equipo estelar en la denominada ‘cuna del mariachi’. Esto se nota, por ejemplo, en la reciente compra del duranguense Uriel Antuna, que con 22 años de edad, ya estuvo jugando en el Manchester City, donde demostró habilidades extraordinarias.
Por esta razón, los directivos de Chivas concretaron durante la temporada pasada un fichaje de 9.9 millones de euros, lo que garantizará la presencia de Antuna en el equipo tapatío y que su habilidad quede al servicio del rebaño.
Después de Antuna, el siguiente fichaje más alto que realizó el equipo fue el de Jesús Angulo, que por 7 millones de euros pasó de los hidrorrayos del Necaxa al estadio de Zapopan, donde se congrega la afición chiva. De Necaxa también salieron Cristian Calderón y Alexis Peña, ambos con contratos que superan los 60 millones de pesos.
Una figura que lamentablemente abandonó el cuadro para pasar a Santos Laguna fue José Van Rankin, quien venía en calidad de préstamo por parte de los Pumas de la UNAM y que finalmente se determinó a cambiar de equipo. También al Santos se va Alan Cervantes, aunque se quedan algunas figuras destacadas como Oribe Peralta, quien después de una larga carrera en el archirrival Club América, ha destacado en la formación de las franjas rojas.
Aún es temprano para saber si estas nuevas alineaciones serán suficientes para recomponer el rumbo de Chivas, pero lo que sí es un hecho es que, tras la muerte del empresario Jorge Vergara, quien fue dueño del equipo durante casi 20 años, se abre una nueva etapa en la historia del rebaño sagrado y, esta vez, parece poco probable que las carismáticas Chivas terminen como la ‘birria’ de otros equipos.
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