Pocas cosas hay más democráticas que una pandemia. El virus, un agente invisible, poroso y difícil de delimitar, ya no digamos detener, infecta igual a ricos y a pobres, sin importar a qué se dediquen. En pocos espacios, esto adquiere un matiz tan dramático como en el deporte, una actividad que, en el imaginario colectivo, está siempre asociada con la salud y la buena fortuna.
La actual pandemia de COVID-19 es un ejemplo perfecto de esto. Desde que el tema comenzó a cobrar relevancia en marzo, el número de atletas contagiados con la enfermedad no ha hecho más que aumentar de manera dramática. Por este motivo, autoridades deportivas a nivel global han optado por suspender los encuentros o bien, realizarlos a puerta cerrada, sin que eso parezca haber reducido el número de deportistas contagiados.
Al ser España uno de los países más afectados a nivel global por la pandemia, el futbol de ese país ha resentido de manera particular los embates del microorganismo, registrándose contagios en prácticamente todos los equipos.
La escuadra más afectada en este sentido es el Valencia F.C., donde hasta un tercio de los jugadores han resultado positivos al virus. Cabe destacar que al Valencia estuvo involucrado en un polémico partido celebrado en Milán, Italia, al que se atribuye haber funcionado como macro vector de contagio en ese país.
Otros equipos españoles donde las escuadras han resultado duramente golpeadas por la pandemia son el Espanyol, donde a finales del mes pasado había siete casos de coronavirus; el Sevilla, donde la enfermedad alcanzó a la exestrella Andrés Palop; y el Girona F.C., donde también hay casos recientes de contagio por la enfermedad.
En otros países de Europa, las ligas de futbol también se han visto asoladas por la enfermedad, donde son conocidos casos como el Junior Sambia, que juega para el Montpellier; Kenny Dalglish, exjugador del Liverpool; y Mattia Zaccagni, del Brescia, el equipo que enfrentó a Valencia en Milán durante el partido llamado «del coronavirus”. Esto entre muchos otros jugadores de escuadras que van desde el Inter hasta la Juventus, el Arsenal y el Paderborn F.C.
Cruzando el Atlántico, y cambiando de deporte, nos topamos con los estragos que ha ocasionado el bicho en la NBA. Por lo menos dos jugadores de los Lakers han sido reportados como contagiados, al igual que jugadores de los Pistons, los Utah Jazz, Cleveland State y el integrante del salón de la fama Patrick Erwing, cuya familia ha notificado que se encuentra en buenas condiciones.
Otros deportes donde el virus ha hecho de las suyas son el ciclismo, donde entre los contagiados destacan figuras como el colombiano Fernando Gaviria, el ruso Dimitri Strakhov y el argentino Maximiliano Richeze. En el automovilismo, por otro lado, se reportó el contagio de un piloto de la escudería McLaren poco antes del Gran Premio de Australia, que finalmente tuvo que aplazarse.
Más recientemente, el tenista serbio Novak Djokovic anunció a través de las redes sociales que tanto él como su esposa habían dado positivo a coronavirus, una noticia que causó polémica, pues el 17 veces ganador de torneos Grand Slam fue el principal promotor del Adria Tour, un torneo regional por la costa del Adriático, mismo que acabó por ser cancelado.
Si algo nos enseñan estos contagios, es que ni siquiera una vida deportiva nos puede salvar de contraer el fatídico virus que, de momento, ya suma cientos de miles de muertos y millones de contagiados en todo el globo.
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