
La tecnología ha provocado innumerables cambios en nuestro modo de relacionarnos, tanto entre nosotros como en nuestras actividades de esparcimiento. Esto se ha vuelto especialmente palpable en el ámbito deportivo, donde las herramientas tecnológicas han hecho de la visualización de eventos una experiencia cada vez más impresionante.
Antes de la aparición de los smartphones, el espectador de un evento deportivo era un agente pasivo que se involucraba más bien poco en el espectáculo que tenía lugar frente a sus ojos. Ya fuera en su casa, donde el partido lo recibía mediado por los grandes emporios televisivos, o en el estadio, su única función era sentarse y observar.
La llegada del smartphone cambió eso para siempre.
Con tecnología de video cada vez más sofisticada, los teléfonos inteligentes nos abrieron las magníficas puertas de la realidad expandida y nos convirtieron también en pequeños productores de contenido audiovisual. En el caso de los encuentros deportivos, un smartphone nos permite, por ejemplo, transmitir en vivo el encuentro aunque con nosotros como protagonistas.
Este factor, por ejemplo, se vuelve especialmente relevante cuando hay incidentes dentro de la cancha, pues permite a los asistentes convertirse en los primeros en dar la noticia. En el mismo sentido, los usuarios de teléfonos inteligentes en ocasiones tienen acceso a aspectos de los encuentros que pueden pasar desapercibidos para las cámaras profesionales.
Respecto a quienes siguen los partidos a distancia, los smartphones se han convertido en un vehículo para acceder a las transmisiones sin depender de las compañías televisivas.
Al haber potenciado nuestra capacidad para el multitasking, el smartphone permite también que se pueda acudir a un partido, mientras se revisan cuestiones del trabajo. También ha hecho posible que se pueda compartir el partido con amigos y familiares sin tener que marcarles, lo que incrementa y expande la sensación de comunidad.
Los beneficios que la tecnología puede traer a nuestra manera de ver deporte aún están en pañales. Quizá, conforme avance la realidad aumentada, nos involucremos cada vez en las experiencias deportivas incluso sin tener que salir de nuestras casas.
¿Será la realidad virtual el fin de los estadios? Lo dudamos. Lo que sí es seguro, es que los tiempos en que uno iba al estadio a perderse y desconectarse totalmente del exterior podrían estar quedando atrás.
Deja una respuesta