¿Conoces los orígenes del Blackjack?

Todos sabemos que el Blackjack, o veintiuno, es uno de los juegos de baraja más populares en los casinos contemporáneos. Sin embargo, la mayoría ignoramos que el juego tiene una historia bastante interesante que se remonta, por lo menos, 400 años en el pasado.

El origen exacto del juego es oscuro, pero en la obra de Miguel de Cervantes, el legendario autor del Quijote, ya se hace mención de un juego similar con el nombre de “veintiuna”. La primera referencia que hace Cervantes a este juego aparece en un cuento picaresco llamado Rinconete y Cortadillo. Los protagonistas, dos pillos sevillanos cuyos nombres corresponden al título de la novela, gastan sus días y sus noches jugando este singular juego de cartas en el que el objetivo es no pasar de 21 puntos.

Doscientos años después de que Cervantes lo mencionara, el juego pasó a Estados Unidos con otro nombre. Se cree que lo llevaron soldados franceses asentados en el entonces territorio de Lousiana, quienes mataban el tiempo en los cuarteles jugando el mismo juego que aparece en Rinconete y Cortadillo.

La cuestión es que ellos no le llamaban veintiuna o veintiuno, como también se le dice hoy. El nombre que le dieron los franceses a este juego fue “Blackjack”. Este nombre deriva de que, en la modalidad en que lo jugaban los franceses había una apuesta especial en la que el jugador recibía diez veces lo apostado si ganaba con un “joker“ o “jack“ de picas, es decir, negro.

Tras el éxito que cosechó el juego en Nueva Orleans, donde el juego era completamente legal, el Blackjack fue llevado por los pioneros al lejano oeste, donde se convirtió en uno de los principales atractivos dentro de los salones de apuestas, hasta convertirse en el juego rey de los casinos, como puede constatar hoy cualquier turista en Las Vegas o Atlantic City, incluso fuera de EU en los casinos mexicanos, por ejemplo.